Comportamientos agresivos

El conflicto, las diferencias y el enfado están presentes en todas las relaciones humanas y en todas las etapas del desarrollo. Son necesarias en la separación con los padres y marcan el camino hacia la autonomía personal. Los conflictos pueden ser una manera de expresar las diferencias con el entorno o la autoridad, para reafirmarse en sus propias creencias y así comenzar a construir su propia identidad, independiente de la de los padres y madres o profesores, es decir, los adultos.

En este proceso de autonomía en la adolescencia nos podemos encontrar con actitudes agresivas en distintos ámbitos: en el centro escolar, con los iguales, en el contexto familiar o en el contexto social. Es importante que ante estas situaciones ayudemos al o a la adolescente a parar, calmarse y pensar sobre qué es lo que le provoca ese enfado, para así poder entender qué es lo que ocurre y poder expresarlo de manera más constructiva.

Los conflictos y los enfados pueden a veces tener un cariz agresivo hacia los otros y pueden sobrepasar el límite de entre diferencias y conflictos entre padre/madre y adolescente, pasando a ser situaciones más conflictivas. Gritos, insultos, violencia física hacia objetos o personas, son algunos de los ejemplos con los que nos encontramos a menudo. Son situaciones angustiantes y la tensión acumulada hacen que la atmosfera sea cada vez más difícil de sobrellevar, de esta manera, ante situaciones cotidianas como pueden ser la puesta de límites (horarios, uso de móvil, videojuegos, tareas del hogar, etc.), problemas en el ámbito escolar (no ir a clase, deberes, notificaciones) o problemas de comunicación con los hijos e hijas nos encontramos ante situaciones de mayor gravedad.

Las conductas agresivas pueden estar motivadas por distintos factores (eventos traumáticos, problemas emocionales, problemas médicos o psicológicos, dificultades en el aprendizaje, consumo de sustancias, etc.), lo importante es poder saber qué es lo que ocurre y qué lo está motivando, para así poder reconducir las situaciones.

Desde Gizakia te podemos ayudar. Desde el nuestro equipo de profesionales experto en la adolescencia y juventud, con un largo recorrido en el abordaje de las situaciones que se pueden vivir en ese rango de edad, ofrecemos una intervención integral y especializada, para poder ayudarte con diferentes situaciones que puedas estar viviendo.

¿Cómo es la intervención en situaciones donde haya comportamientos agresivos?

El tratamiento que ofrecemos en Gizakia es de tipo integral. Es decir, ofrecemos una ayuda de desde una perspectiva biopsicosocial, teniendo en cuenta tanto la parte física, la parte emocional o psicológica y la familiar o social.

De esta manera se integran todas las áreas que puedan repercutir en la situación y bienestar de la persona, ya que entendemos que cada situación y cada persona además de ser singular y única, estar compuesto por diferentes interacciones con el entorno y el ambiente más cercano, y que la suma de todas las partes hacen que se pueda entender en su totalidad lo que está ocurriendo.

Los planes de intervención que realizamos en Gizakia son individualizados, es decir, se realiza una valoración personal e individual. Así, el tipo de atención, la intensidad de la misma y la modalidad de intervención se ajustan a las necesidades de cada persona.

Se plantea un itinerario de trabajo teniendo en cuenta las situaciones concretas con las que se acudan al programa, pudiendo realizar una coordinación con diferentes recursos si fuera necesario.

Tras realizar una valoración inicial de cada caso, existen diferentes opciones de tratamiento, según las necesidades de cada persona: