Fundación Gizakia recibe el Premio Arizmendiarrieta 2025 a la gestión
El premio supone un reconocimiento al trabajo realizado y al esfuerzo por hacerlo desde un modelo basado en las personas, en su participación y en la transparencia para construir relaciones basadas en la confianza y la colaboración

El lunes 07 de abril Gizakia ha recibido en el CRAI de la Universidad de Deusto el Premio 2025 de la Fundación Arizmendiarrieta a la Gestión en la categoría de entidades no lucrativas, en un acto al que asistieron entre otras autoridades, el presidente de la Fundación, Juan Manuel Sinde, el Rector de la Universidad de Deusto, Juan José Etxeberria, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto y la diputada de Promoción Económica de la DFB/BFA, Ainara Basurko.
Los Premios Arizmendiarrieta reconocen a organizaciones que destacan por la aplicación de valores humanistas y prácticas de gestión recomendadas por el Modelo inclusivo participativo de empresa (MIPE), basado en el Modelo de Gestión Avanzada de Euskalit.
En el caso de Gizakia, el jurado ha destacado que se trata de una entidad referente en adicciones en Bizkaia, que aplica el Modelo de Gestión Avanzada de Euskalit, a través del cual desarrollan sus valores, destacando especialmente:
- La transparencia y la comunicación de su actividad y procesos, tanto interna como externamente.
- La participación del colectivo de profesionales tanto en la definición de la estrategia, como en la operativa diaria de los numerosos procesos que tienen en marcha.
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Fundación Gizakia lleva trabajando 40 años en Bizkaia en favor de las personas con problemas de adicciones, la prevención de conductas de riesgo en la juventud y la inclusión sociolaboral de colectivos vulnerables. Cuenta con un equipo de más de 75 profesionales y 56 personas voluntarias, que desarrollan 24 programas en los ámbitos de adicciones, adolescencia e inserción laboral. En 2024 se atendió a 5150 personas, 1861 en el área de adicciones, 535 en la de adolescentes y familias, 1152 en inserción laboral y el resto en actividades de sensibilización. Gizakia es especialista en intervención directa con las personas, ofreciendo programas de atención integral, con equipos multidisciplinares especializados que trabajan en red con otras entidades sociales y con las redes públicas de salud, empleo y servicios sociales para acompañar a las personas en sus procesos de reincorporación social.
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"Un premio como este, es para todo el equipo de Gizakia un reconocimiento al trabajo y al recorrido realizado. Nos anima a seguir esforzándonos y trabajar junto con las personas usuarias y el voluntariado para transformar situaciones de sufrimiento, en proyectos de vida con sentido, con futuro, plenamente integrados en la comunidad"
Los valores humanistas y de cooperación, que siempre promulgó J. M. Arizmendiarrieta, son los valores en los que se asienta nuestro proyecto desde sus inicios, en 1985, con la puesta en marcha de Proyecto Hombre Bizkaia, con un puñado de personas, voluntariado y el deseo de trabajar por quienes sufren (en aquel momento, por las adicciones). "Las personas, la participación y la transparencia en la gestión y la comunicación de lo que hacemos, siguen siendo los valores centrales de la Fundación. Por ello, los modelos de calidad que entienden las organizaciones como entidades que pueden y deben aportar valor a todos los colectivos con los que tienen relación (personas usuarias, profesionales, voluntariado, entidades financiadoras, sociedad...) encajan perfectamente con nuestra filosofía. Nos ayudan a no perder de vista que el objetivo de Gizakia está en ser fieles a nuestra misión. Una misión en la que la atención y escucha a las personas usuarias, al colectivo de profesionales y al voluntariado como expresión de la solidaridad social, debe estar en el centro, para orientar nuestras acciones". | ![]()
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Nuestro agradecimiento a la Fundación Arizmendiarrieta por este reconocimiento, que nos ayuda a encarar con más ánimo los retos que diariamente hemos de afrontar: las problemáticas de las personas que acuden a nuestros programas, la estigmatización de parte de los colectivos con los que trabajamos (adicciones, personas migrantes) y la carencia de recursos suficientes para atender las necesidades detectadas.